jueves, mayo 19, 2016

Cap. IV

“Ahora salgo y me emborracho,veo a la noche hacerse el día.
Desayuno con un cacho y con una fría.
Desde que te has ido mi vida ha sido control y descontrol...”
Caramelos de cianuro


Decidí escribirte una vez más. Habían pasado ya algunos días desde la última vez que lo hice. Ni siquiera supe por qué mi estúpido fervor por saberte bien me obligó a enviar esa cadena de palabras desorientadas. Tal vez fue, como te dije, un deseo pero si bien pendejo porque regresaras a mi vida.

Te pido que disculpes los inconvenientes producidos. Apesar de no sentir más dolor, aún me cuesta trabajo racionalizar cómo fue que lo nuestro se esfumó entre tus palabras. Quizás es eso lo que me provoca un exacerbado empeño por saber de ti.

En fin, ¿que cómo estoy? De ratos menos pinche que antes. De momentos más incongruente. Con espasmos de recuerdos llenos de tu rostro y algunos otros muchos días, sonriente y sin preocupaciones.

“Desde que te has ido mi vida ha sido soledad, desolación (...) 
Cada noche es más negra y ya no me llena ni el alcohol (...) 
Esta casa no es hogar, desde que te fuiste nada más es fría, es vacía... ”
Caramelos de cianuro




**Inicié el capitulo IV contigo porque seis años pasaron desde la última vez que había escrito y, dentro de ellos, estuviste tú.

Comienza la bulimia mental, una vez más y oficialmente.


Si te vas, vete gritando. Quiero saber que me quisiste, que me vas a extrañar...

0 gotas de tinta:

 
Copyright 2009 ::.::