Blasfemias pt.I

Jesucristo me dijo que lo esperara,

que me sentara junto a la cruz,

viera el sudor y la sangre que derramaba

mientras los mal nacidos pedían por ellos

o incrédulamente, como yo, lo veían perecer.

Jesucristo me dijo que recapacitara,

lo dijo sin emitir sonido alguno, demostró que él

moriría por nosotros, que él tendría el perdón,

él era el salvador.

Jesús dejó el mundo, mientras yo lo esperaba junto a la cruz.

Ningún cambio hubo, ningún pecado murió.

Nadie ha muerto por mis pecados, cualquiera puede morir agonizando.

Jesucristo me dijo que lo esperara.

Tomé forma de crucifijo mientras me veían susurrando la blasfemia que provocaba,

mientras bebían lujuriosamente de los labios de Magdalena, mientras ella lloraba por ser aún más pecadora y los reyes, pordioseros, mal nacidos y blasfemos vomitaban en el templo.

Jesús me dijo que lo esperara.

Escupo, bajo mis brazos de la cruz y bebo de Magdalena.

Cualquiera puede morir.

Nadie lo ha hecho por mis pecados.

Recordando blasfemias...